– El ciclismo indoor optimiza el tiempo de entrenamiento
– Las series sobre el rodillo son mucho más fiables
La pretemporada en invierno es una época donde nos llegan trabas de todo tipo que nos impiden entrenar a nuestro ritmo habitual. La falta de horas de luz, el frío o los días de lluvia no nos ponen nada fácil hacer kilómetros, sobre todo entre semana. Por suerte, ya está todo inventado y tenemos uno de los mayores aparatos de tortura a nuestra disposición: el rodillo.
El rodillo es un aparato que permite fijar nuestra bicicleta y pedalear en estático. Existen muchos tipos de rodillos: de equilibrio o rulos, magnético, fluido o transmisión directa. Los llamados «inteligentes», con varias funciones de conectividad, son los más indicados para los entrenos habituales.
Realizar entrenamientos de rodillo es el amor/odio de muchos ciclistas. Si bien es cierto que muchos le cogimos el gusto en el confinamiento y nos pasamos horas y horas encima de él, la realidad es que la mayoría prefiere poder salir a la calle a disfrutar de la bicicleta.
Todo y eso, el rodillo es una de las mejores herramientas que tenemos para realizar buenos entrenamientos y optimizar nuestro tiempo al máximo.
Realizar una sesión ‘indoor’ de 60 min bien ejecutada es igual a aprovechar al 100% cada segundo del entreno. En el exterior nunca es así, ya que hay factores externos que nos lo impiden, como los semáforos, glorietas o bajadas.
Más allá de estos factores, si disponemos de un rodillo inteligente podremos calcular de manera precisa nuestra potencia, así como seguir un entrenamiento pautado de forma perfecta. En la siguiente imagen os mostramos la diferencia entre unas series en la calle y unas series en rodillo con el modo ERG, una función común en rodillos inteligentes que nos ayuda a mantener la potencia deseada de forma constante y automática.
Ejemplo de sesión 8’x8 en rodillo
Ejemplo de sesión 15’x6 en exterior
Como podemos observar en las imágenes, la potencia durante las series en el entrenamiento interior es mucho más constante en los vatios objetivos. En cambio, en las series en outdoor, se producen muchas más oscilaciones. Otra diferencia importante, y clave desde mi punto de vista, es el periodo de recuperación. En el entrenamiento de rodillo observamos cómo bajamos considerablemente el ritmo pero no nos detenemos, realizando así una recuperación activa y controlada. De manera contraria, en el entrenamiento outdoor la potencia es muy variada e incluso cero durante mucho rato de la recuperación.
Gracias a las aplicaciones digitales como Zwift, Rouvy o Bkool podremos acceder a gran variedad de entrenamientos estructurados para realizar cuando nosotros queramos.
En Cyclistwork creemos que el rodillo puede ser nuestro mejor aliado en caso de no poder entrenar en el exterior por el motivo que sea. Nuestra recomendación para este tipo de entrenos es realizar ejercicios de calidad y de corta duración (60min). De este modo, no nos generarán mucha fatiga y lograremos mejorar nuestra forma física.
Como siempre, tener una pauta de entrenamientos será clave para progresar y mejorar.
Si quieres acceder a un plan de entrenamiento personalizado y adaptado a tus necesidades, no dudes en contactar con nosotros.